Ciertos aspectos del funcionamiento de nuestro cuerpo son clave importante para mantenernos en forma, y deben ser tenidos en cuenta en nuestro entrenamiento: el equilibrio, la postura corporal, el estado de nuestros pulmones y la eficacia de nuestro sistema cardiocirculatorio.
Estas facetas de nuestra salud además de con un chequeo médico, pueden ser evaluadas con sencillos test que realicemos nosotros mismos:
1. Equilibrio: Alinea tus pies sobre una línea recta, los dedos de un pie justo detrás del talón del otro, con los brazos al lado del cuerpo. Cierra los ojos y cuente hasta 10. Si durante estos pocos segundos tu cuerpo tiembla y tiende a balancearse de manera insegura, necesitas ejercitar tu equilibrio y propiocepción. Existen diferentes actividades que favorecen su desarrollo, por ejemplo, yoga, pilates, el uso del fitball o el foam roller. También puedes jugar a mantenerte sobre un pie cuando estas realizando actividades sencillas como lavar platos, esperar el autobús, etc.
2. Los pulmones: Enciende una vela y colócala a un brazo de distancia. Sin fruncir los labios, con la boca abierta, sopla con una espiración natural del aire, sin forzar. Si usted no puedes hacerlo, deberías consultar con tu médico para que revise tus vías respiratorias y tu capacidad pulmonar y ver si requieres tratamiento. Será también importante que aprendas a respirar de manera completa, relajada y pausada. La respiración, como otras habilidades motoras, puede ser entrenada.
3. El sistema cardiocirculatorio: Depués de estar un rato en reposo, sentado, anota las pulsaciones que tienes en un minuto. Acto seguido, levantate, sin hacer nada más, vuelve a tomar las pulsaciones. Si éstas aumentan entre 10-15, tu corazón responde adecuadamente. En cambio si las pulsaciones se elevan a más de 20 por minuto, a nuestro sistema cardiocirculatorio le cuesta mucho redistribuir la sangre cuando hemos cambiado de posición, síntoma de que nuestro corazón y circulación pueden mejorarse. Realizar un entrenamiento aerobico, como nadar, caminar con intensidad, correr, bicicleta o actividades como el cardiopilates, nos ayudarán a mejorar su eficacia.
4. La postura: Pide algún compañero que te haga una foto improvisada cuando estás sentado, desde el lateral. Tu cabeza debería estar en línea con tus hombros y no inclinada hacia adelante o hacia atrás. Los hombros deberían estar alineados con los oídos y no hundidos o tirados hacia adelante. Además, tu espalda baja debería tener una ligera curva hacia adentro. Si ésta no es la posición que ves en la fotografía, no lo dudes, y empieza a ejercitarla para evitar dolores de espalda y cuello. Pilates, yoga, bio-gym, stretching, o el fitball son actividades ideales para el trabajo postural.
Con estas sencillas pruebas, puedes tener un indicio acerca de cómo se encuentran las condiciones físicas básicas que te permitirán estar en forma y saludable: el equilibrio, la respiración, el corazón y la postura.
Por supuesto, realizar chequeos médicos con regularidad y detectar prontamente cualquier desorden o afección, sería recomendable, especialmente a partir de una cierta edad.
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