La respiración es el pilar fundamental de nuestra vida. La toma de aire o inspiración es lo primero que hacemos al nacer, y a partir de ese momento no pararemos de hacerlo. Se trata de un acto que se produce de forma inconsciente, para conseguir el oxigeno que necesita nuestro organismo para sobrevivir. Pero la respiración puede se modificada de manera voluntaria por nosotros.
En el proceso respiratorio llevamos a cabo dos movimientos, el de inspiración en el que introducimos el aire en los pulmones, y el de espiración con el que lo expulsamos. Estos movimientos que realizamos de forma totalmente automática e inconsciente pueden ser muy beneficiosos para nuestra pared abdominal.
Teniendo en cuenta, que a lo largo de un día realizamos de 10.000 a 15.000 respiraciones, si ponemos conciencia en realizar los movimientos de manera consciente, podremos activar la pared abdominal, tonificándola.
La respiración pone en juego numerosos músculos y fascias. En la inspiración entra en funcionamiento el diafragma que se desplaza hacia abajo y el abdomen se hincha. Al espirar el diafragma se desplaza hacia arriba y los abdominales se contraen hacia dentro. Esta es la forma correcta de respirar, y mientras la llevamos a cabo podemos ejercitar la pared abdominal sin darnos cuenta. Para lograr esto tenemos que adoptar una respiración consciente en la que seamos nosotros los que controlamos los movimientos del abdomen.
La forma de respirar tiene que ser marcada, es decir que la inspirar se hinche el abdomen y al espirar se deshinche enteramente, marcando su contracción impulsando el ombligo hacia dentro y hacia arriba. Debemos poner atención para así realizar un correcto trabajo abdominal. Al principio esta forma de respirar será un tanto forzada y totalmente consciente, pero poco a poco y a medida que nos vayamos familiarizando con la manera de hacerlo será un acto que se automatizará.
Respirar así nos ayudará a fortalecer no solamente la zona abdominal, sino que trabajaremos los músculos pectorales y los pélvicos. Es la forma de respirar que se utiliza en yoga, y la contracción abdominal que se realiza en pilates y que debemos extrapolar a nuestro día a día.
Cuando hagamos ejercicio, es muy importante que respiremos así para mejorar no solo nuestra capacidad pulmonar, sino que estaremos ayudando a tonificar la pared abdominal tan importante para una correcta postura de nuestra columna vertebral.
Respirar conscientemente no solamente nos ayudará a tener una pared abdominal tonificada, sino que mejorará la oxigenación del cuerpo, ayudándonos también a mejorar nuestro estado psicológico, ya que una buena respiración es la mejor manera de conseguir una mente sosegada y relajada, dejando a un lado el estrés.
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