Suele suceder que nos olvidamos de nuestros pies durante todo el invierno; pero en cuanto llega el buen tiempo, fuera calcetines, fuera zapatos. Desnudamos nuestros pies y los enfundamos en sandalias, chanclas o zapatos abiertos. Cosa que da mucho frescor pero también somete a nuestras extremidades inferiores a una exposición constante.
¿Cómo están tus pies? Al cabo de unas semanas de calorcito, la exposición al sol y al agua hace que aparezcan los primeros efectos no deseados: desde las antiestéticas grietas en los talones hasta hongos en las uñas o en los dedos de los pies, pasando por la temida fascitis plantar de la que hablamos en este otro post de nuestro blog.
No todo es estética. Nuestra podóloga colegiada en Al Fisio te recomienda una visita preventiva en cuanto comienza el verano, y después no viene mal repetirla una vez más a lo largo de los tres meses del verano (excepto si existiera algún problema de podología concreto que tratar).
¿Cómo puede ayudarte nuestra podóloga?
Grietas en los pies
Las grietas en los pies son frecuentes en verano, debido al calor que tiene dos efectos contrarios: un exceso de humedad por la sudoración de los pies, produciendo grietas por la maceración de la piel entre los dedos; y un exceso de sequedad en los talones descubiertos y sometidos a la intemperie, produciendo las típicas y antiestéticas grietas en los talones.
Cada tipo de grieta tendrá un tratamiento distinto, pero en ambos casos es necesario acudir al podólogo para que prescriba el tratamiento y realice un seguimiento de la evolución del mismo.
Las grietas entre los dedos requieren un tratamiento con antiséptico como la povidona yodada, que ayude a reparar, cicatrizar y «secar». Por el contrario, las grietas en los talones se tratan con hidratación a base de cremas ricas en lanolina, ácido láctico o urea. Cuando las grietas son muy profundas y en ambos casos, está indicado el uso de pomadas cicatrizantes.
Hongos
La aparición de hongos es más frecuente también en verano, nuevamente por el calor que hace que haya un exceso de humedad que combinado con la alta temperatura, se convierte en el hábitat perfecto para los hongos.
El contagio de hongos también es mayor en verano por la afluencia a las piscinas, gimnasios y lugares públicos en los que paseamos descalzos exponiéndonos al contagio.
El podólogo mediante la exploración determinará el diagnóstico de hongos, bien en la piel o bien en las propias uñas de los pies (onicomicosis), y pautará un tratamiento con productos antifúngicos. Se recomienda la visita regular al podólogo para que haga una pedicura y pueda valorar la evolución del tratamiento.
Tu podólogo, además, puede ayudarte a la eliminación de callosidades, al tratamiento de papilomas o simplemente a mantener tus pies sanos y en forma. No dudes en consultar con nuestro podólogo colegiado en Al Fisio.
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