La espondilitis anquilosante o anquilopoyética es una enfermedad de tipo reumático, un tipo de artrosis que cursa con rigidez e inflamación y que afecta a la columna vertebral, especialmente a la zona lumbar o articulación sacro ilíaca.
Lo más común es que aparezca en adolescentes y adultos menores de 30 años, y es más frecuente en hombres que en mujeres. Las personas que padecen espondilitis anquilosante presentarán síntomas como dolor en la zona lumbar al despertarse, ridigez en las articulaciones de la columna vertebral y, si existe mucha inflamación, puede aparecer hinchazón, enrojecimiento e incluso elevación de la temperatura en las articulaciones afectadas.
Esto no quiere decir que el dolor de espalda o lumbar sea permanente, sino que aparece en forma de brotes de mayor o menor duración. Tampoco es infalible que afecte siempre a la zona lumbar, ya que la espondilitis anquilosante puede afectar a otras articulaciones como los hombros, caderas, rodillas y en zonas donde tendones y ligamentos se unen al hueso.
En casos graves puede afectar a las costillas y caja torácica, implicando la capacidad pulmonar, y la inflamación puede llegar a afectar a los ojos y, en casos extremos, a las válvulas del corazón. Por este motivo, una vez que se ha establecido un diagnóstico médico de espondilitis anquilosante, el paciente puede necesitar la ayuda de diferentes especialistas, desde oftalmólogos a fisioterapeutas.
El diagnóstico de espondilitis anquilosante lo realiza el reumatólogo con ayuda de exploración física, resonancia magnética y análisis de sangre en busca del marcador genético HLA-B27 y de otras evidencias como inflamación o anemia.
Me han diagnosticado espondilitis anquilosante
La espondilitis anquilosante es un proceso crónico, es decir, que no tiene curación. Sin embargo, es posible mantener una buena calidad de vida asumiendo las posibles limitaciones que puede producir la enfermedad y manteniendo una serie de hábitos e higiene de vida.
Una alimentación adecuada, rica en ácidos grasos Omega-3, pescados azules, nueces y que evite los alimentos que producen inflamación en el organismo como el azúcar o los alimentos procesados.
La práctica regular y constante de ejercicio adaptado al nivel de movilidad, supervisado previamente por un fisioterapeuta para evitar lesiones. Se trata de mantener las articulaciones flexibles y móviles. Contra el anquilosamiento se lucha mediante el movimiento.
Ayudan los ejercicios de fortalecimiento y los de extensión/flexibilización, porque una musculatura fuerte libera a la columna vertebral de parte de su trabajo.
Si padeces espondilitis anquilosante, tu fisioterapeuta puede ayudarte mediante un protocolo de rehabilitación que incluya movilizaciones y estiramientos. Asimismo, puede recomendarte ejercicios para que hagas en casa y te mantengas activo.
Hay relacion entre espondilitis y coxastrosis de cadera? Hace poco me operaron de la cadera ida, y tengo asi mismo espondilitis reumatica.gracias!!
Hola Jose, evidentemente tienes una patología de tipo reumatoide y si que puede existir relación entre ambas zonas. ¿No lo has hablado con tu reumatólogo?
Un saludo