El pasado jueves 4 de octubre se celebró en toda Europa el Día Europeo de la Depresión, cuyo objetivo es sensibilizar a la población sobre esta dolencia cada vez -desafortunadamente- más común y aportar soluciones que mejoren la incidencia de la depresión.
Los fisioterapeutas, unidos en el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), quisimos aportar nuestro granito de arena desde el punto de vista de la fisioterapia. Según María Almansa, vicesecretaria del CGCFE, el tratamiento de fisioterapia puede actuar como coadyuvante y complementario a un tratamiento psicológico. La función de la fisioterapia sería ayudar al paciente a mejorar su calidad de vida mediante el tratamiento de las patologías musculares causadas por la ansiedad o la depresión, enfermedades en las que se acumula mucha tensión que acaba provocando dolores en cuello y espalda, cefaleas y bloqueos en diferentes puntos del cuerpo.
La movilización del cuerpo mediante el ejercicio dirigido y la rehabilitación, la liberación de las articulaciones mediante la osteopatía, el desbloqueo muscular mediante la terapia manual (masoterapia) y especialmente técnicas como el tratamiento craneo-sacral o la liberación miofascial, pueden resultar de gran ayuda para que el paciente con síntomas de depresión o ansiedad vaya encontrándose cada vez mejor.
La buena noticia es que la depresión no es una enfermedad incurable; es de vital importancia comprender que se trata de una situación transitoria que llegará a solucionarse. La combinación de una buena terapia psicológica con otros tratamientos y en general, todo aquello que nos haga sentir mejor, actuará como acelerador para solucionar este proceso.
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