Comienza la nueva temporada. Nuevamente nos apuntamos a realizar deporte para mantenernos sanos y en forma. Las lesiones son uno de los principales enemigos de todo deportista, así como de los que empezamos a movernos. Una lesión nos retrasará en el desarrollo de nuestro entrenamiento o nos disuadirá para la práctica de ejercicio a aquellos que más nos cuesta.
La prevención es la mejor herramienta frente a las lesiones. Es muy importante que estemos alerta en todo momento para evitar hacernos daño sin enterarnos. Es imprescindible tener el cuerpo preparado, tanto desde fuera, calentando, estirando, relajando, etc., como desde dentro con una buena alimentación.
Además de preparar y acondicionar nuestros músculos y articulaciones para la actividad física que vamos a realizar con un buen calentamiento, la ingesta de algunos alimentos nos proporcionará un plus a la hora de protegernos frente a posibles lesiones, fortaleciendo tanto los músculos y tendones como las articulaciones y cartílagos articulares.
Partiremos de la base de una alimentación equilibrada, variada, a la que añadiremos o pondremos énfasis sobre algunos alimentos para que nos aporten lo necesario para evitar lesionarnos con facilidad.
En primer lugar vamos a destacar la importancia del colágeno. Su estimulación y producción a nivel orgánico es esencial para mantener unas articulaciones en plena forma. La ingesta de ajos, cebollas, puerros y de los vegetales de esta familia son muy recomendables para ello, ya que contienen una sustancia conocida como alicina, que es un sulfuro de alilo, responsable del olor fuerte de estos vegetales. Esta sustancia aporta azufre al organismo, que es uno de los elementos principales del colágeno y por lo tanto imprescindible para su síntesis en el organismo.
Otro alimento que debemos tener en cuenta es el pescado o el aceite de oliva, ricos en ácidos grasos omega-3 y omega-6. Además de su ya conocido beneficio sobre la salud cardiovascular, estas sustancias poseen un alto poder a la hora de proteger las articulaciones y de activar la producción de colágeno por parte del organismo.
Los ácidos omega-3 y omega-6 facilitan la entrada de nuevas células a las articulaciones y aceleran la síntesis del colágeno por parte del organismo. Además el pescado nos aporta vitamina D fundamental para la asimilación del calcio por parte del cuerpo ayudándonos a fortalecer huesos y articulaciones. Por ello el pescado azul y los aceites de oliva serán unos buenos aliados en la prevención de lesiones.
El vino es otro alimento que nos puede ayudar a la hora de mantener el colágeno de nuestras articulaciones en perfecto estado. El vino, y concretamente los taninos que posee, gracias a su poder antioxidante protegen el colágeno y evitan su pérdida por causa de los ataques del exterior, fortaleciendo así las articulaciones.
La gelatina de origen animal es otro alimento perfecto para proteger las articulaciones, ya que contiene infinidad de aminoácidos encargados de producir colágeno. A esto hay que sumar lo fácil que es de asimilar estas sustancias por parte del organismo. Esto hace que nuestro cuerpo aproveche al máximo lo que nos brinda una buena gelatina, favoreciendo que los cartílagos estén en perfecto estado y listos para llevar a cabo cualquier tipo de actividad física disminuyendo enormemente el riesgo de lesión.
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