El tiempo de uso de dispositivos móviles es cada vez mayor. Cada vez pasamos más tiempo frente a nuestros teléfonos y "tablets" tecleando mensajes de texto o consultando por internet. Si ya los ordenadores nos producían problemas en cuello y hombros, estos pequeños dispositivos, dado su reducido tamaño, son aún mucho más nocivos, hasta el punto que se ha acuñado un nuevo término para definir las consecuencias de su uso: el "text neck".
Se ha detectado por parte de los profesionales de la salud, un aumento en las lesiones de cuello y hombros por el uso y el abuso de estas nuevas tecnologías. Es mucho el tiempo que la gente pasa con el cuello flexionado hacia delante, con los brazos en vilo, tecleando sobre un reducido teclado.
Flexionar el cuello durante largos períodos de tiempo puede ser el origen de un daño artrítico, si no se pone remedio. Los casos de lesión por esfuerzo repetitivo van en aumento al mismo tiempo que los teléfonos inteligentes y tabletas se vuelven más populares, según los expertos.
En casos severos de 'text neck', los músculos podrían eventualmente adaptarse para acomodarse a la posición flexionada, haciendo doloroso el enderezar el cuello de manera apropiada. Se cree que cuando alguien tiene la cabeza flexionada hacia adelante mientras mira hacia abajo en la pantalla de su dispositivo de mano durante mucho tiempo, los huesos y los músculos de la columna vertebral se adapten a esa postura y pudiendo producirse cambios funcionales.
Estos cambios en la curva, ligamentos, tendones, músculos, así como los segmentos óseos, con el tiempo pueden conducir a la afectación de los nervios, espasmos musculares y el dolor.
¿Y cómo evitar este tipo de lesión?
Prestar atención a la postura, sosteniendo el teléfono directamente en frente de la cara, evitando doblar el cuello hacia abajo. Rotar los hombros relajados hacia atrás, así como mantenernos erguidos y derechos en las sillas. Y, por supuesto, deberemos tomar descansos regularmente.
Algunos dispositivos incluyen una luz de alarma cuando el teléfono está demasiado plano sobre nuestra mano, indicándonos el peligro de padecer "text neck".
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